"La sexualidad no sólo rompe cabezas, también rompe corazones", dice el filósofo José Antonio Marina. Muchos son los que, en un deseo de preservarse frente al otro, eligen el camino de la abstinencia como medio de evitar sufrimientos, encontrarse a sí mismos o volver a vivir una sexualidad más auténtica y entregada.
Escrito por Almudena Altozano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario